miércoles, noviembre 21, 2012

Papá tiene Novia


Mamá y Papá se separan y Mamá se pone de novia. Tiene una hija primero, otra hija después. De pronto dos hermanas mujeres más que caen en tu casa cuando la adolescencia te está comiendo viva. A la primera te la bancás, no sabés bien cómo va a ser la mano, pero tenés la experiencia de un hermano más, aunque de tu mismo papá, pero bueno, es cuestión de que salga de la panza, aprenda a llevarte la contra o a pedirte ropa y verás qué tanta necesidad de que otra familia la adopte tenés. 

A la segunda de las nenas ya no la podés creer… la mirás a tu vieja, le preguntás si realmente era necesario cuatro pibitos saliendo de ella, si con tres estábamos tan bien, y ni ponerte a recordar lo bien que estaban siendo solo dos, para qué masoquearnos la memoria. Le consultás a tu propia madre con algo de violencia, cómo puede ser que con ella sola fallen todos los métodos de anticoncepción del mundo entero. 

Salís a la calle a los gritos, histérica, típica quinceañera. Hiperventilás en la puerta de un cotillón, te dan arcadas delante de todos los varones de tu mismo colegio que la casualidad puede juntar frente a una persona, volvés a tu casa (el odio a tu madre por esa segunda nueva hermanita sigue intacto, pasarán muchos años hasta darte cuenta de lo pelotuda que fuiste), te cuentan que cuando te adaptes a la idea lo que quieren es proponer que seas la madrina. Y los querés mandar a la mierda, pero la noticia te hace mariconear por dentro. Aceptás.

Entonces mamá y papá se separan, mamá se pone de novia y tiene dos hijas más. Pasan como 15 años y papá sigue de fiesta, solo por el mundo. Papá se abre un Facebook porque lo obligamos a estar en contacto por Internet, aunque en realidad no evaluamos el riesgo de saber qué cosas Papá comenta, qué fotos Papá MeGustea y, mucho menos, con qué mujeres Papá se hace el gato. Pero hay algo para lo que ninguna Hija Mayor está preparada y eso es enterarse por Facebook que Papá está de novio.

De pronto mi Papá que es mío, ahora también es Papito de otra. Ahora resulta que no está siempre disponible para cenar o almorzar un fin de semana. Y parece que se conecta a Internet más seguido y ahora entiende cómo usar el Facebook. Y ves sus interacciones del último tiempo y hay una muchacha que se repite y se repite, y no entendés, realmente eso es lo más grave, no entendés cómo se te pasó ver esto antes.

Y entrás a ver quién es esta mina… y es linda. La putísima madre que nos parió a todos. Es linda. Y es joven. Te agarrás de su edad para tirar los primeros dardos por celular. Tu papá se ríe, te dice que a ver cuándo se conocen, que por qué te referís a ella como “esa gila”, de manera tan despectiva. Reafirmás que “porque es una gila, Papá”, aunque no tenés un solo maldito argumento para hacerlo.

Criticás su foto de perfil, Papá se sigue riendo, terminás haciendo una escena que incluye la frase “a mí nunca me contestás las publicaciones que hago en tu Muro”, entonces tus 26 años parecen convertirse en cortos, cortísimos 6 y cortás el teléfono. Lo cortás porque Papá se está riendo de vos, no de la situación y porque seguramente vaya y le cuente a su Novia que su Hija está celosa y ambos se reirán y se mirarán con cara de intimidad cuando todo esto sea recordado en público de acá a unos 5 años si es que esta relación prospera. 

Y pensás, pensás, pensás cómo sacarte esto de adentro, con quién charlar de esto cuando cada varón al que le contás que Papá tiene Novia te dice: “Se lo merece, tenés que estar contenta con la felicidad de tu Padre”. La felicidad de una Hija por ver Feliz a su Padre termina cuando la Novia del Padre es de la misma edad que la Hija. Y se hace la luz, ya sabés con quién hacer catarsis sobre este tema, la única que entenderá el odio que te da que te robe a tu Papá una chica linda y joven… tu abuela, quien comparte casa con tu propio Padre: “Hola, Nona. Tenemos un trabajo que hacer. Hay que recuperar a Papá”, y la Nona, con un color esperanza pintado a fuego sobre su frente, arruina todos mis planes: “¿Encontró una? Dejaaaalo tranquiiiiiilo, Melisa, no le rompas las bolas”. Papá tiene Novia, nada que hacer.