martes, junio 27, 2006

Desempleada

La mañana había empezado tal como otras mañanas de mi vida. No era especial, no era de película de Jhon Travolta sintiéndose un fenómeno ni de Meg Ryan siendo felíz. Era simplemente normal. Me tomé el subte más tarde de lo habitual porque se me cantaron los ovarios y solo pensaba que al llegar al trabajo quería gastarme $1.30 en un paquete de Mini-Melba de la enviciante máquina de golosinas del ano y $0.45 en un café con gusto a pelotas de muerto enjabonadas en jabón neutro.
Así fué. Sin saberlo, estaba tomando mi último desayuno laboral.

- Melisa, te llaman del otro edificio.
- ¿Para qué?
- ... ¿Qué se yo?

Son 10 cuadras las que me separaban de aquél edificio. Las 10 cuadras más largas de mi vida. Tenía olor a chivo, a melba blandita y un stress que le daba energía eléctrica a toda la provincia de La Rioja.
Sentí por un momento que el señor q me estaba abriendo la reja de la puertita del edificio del horror sabía q estaban a punto de despedirme y que todo era un complot de la gorda celulitosa de mi jefa con Súper Mario bross para desvincularme, matarme y hacerme alpiste.

- Melisa, bueno... lo que pasa es lo que vos ya sabés...
- ..... (cara de "uh... no me van a ascender, no?)....
- Hace 3 meses que buscamos ubicarte en otro puesto, pero habría que bajarte el sueldo...
- .... (cara de "saben que eso no va a ocurrir")
- .... enctonces nos vemos obligados a desvincularte de la empresa.

Fue casi como una cogida de prostituta: No dolió y solo pensé en la plata.
Hoy, habiendo pasado 24 horas, habiendo tenido pesadillas de toooodos los colores, habiendo recibido llamadas de TODOS mis familiares (porque la carta documento no me llegó a mí, sino a mi antiguo domicilio en Quilmes... mamá casi muere de un cachiporrazo), y habiéndome dado cuenta de que el una página de avisos clasificados hay 5 call centers pidiendo 600 operadores en cada uno... estoy más tranquila y con menos diarrea. Ahora por lo menos puedo ver el Mundial, no?

martes, junio 20, 2006

La batalla del hambre

Paseando por Buenos Aires me llené de olor a mierda. No es casualidad que al llover más de 2 días seguidos el olor a animal mojado, violado y embalzamado con hígado se haga notar.
La porteñidad del Mundial (nótese que va en mayúscula como el Señor Dios... después de todo lo sigue la misma cantidad de gente, o más) nos ha cambiado los horarios. De repente nos encontramos a las 9.45 de la mañana de un jueves tomando vino tinto del pico con una picada de mariscos que nos va a hacer churratear en el entretiempo hasta que nos arda la garganta.
El hambre me aqueja caminando las calles de la ciudad. El kiosko solo tiene productos Mundialistas. No consigo allí comida, pero logro informarme de que si junto 75 tapas de coca cola light fabricadas en el mes de mayo + $2,30 me gano un muñequito de mierda del hincha del Mundial. O que si junto los cupones de cualquier producto de ese kiosco me puedo ganas 82 pelotas de colores del Mundial para meterme de a una en el orto hasta que se dilate y me ayude con la respiración. Sigue el hambre. El segundo intento es Pancho 95. Teniendo en cuenta que estos locales abren las 24 hs del día... ¿cuánto tiempo hará que esa salchiccha está nadando hinchada y venosa en el agua anaranjada por la ¿mostaza?. Sin éxito ni antojo me dirijo a una hilera de puestitos de Retiro.
Tiempo atras, así como los diarieros no mostraban fotos de Nazarena Vélez metiéndose un dedo en la entrepierna, los puestitos solo vendían manzanas acarameladas, pochoclo y algún que otro alfajor. Hoy en día nos encontramos con sándwiches de milanesa que quién sabrá desde dónde vienen viajando, logro, guiso, patys color beish y choripanes blanditos (¿no han notado una disminución notable en la cantidad de palomas de la ciudad?).
Un puestito me llama la atención. Vende caca de albino. Son como pelotidas blancuzcas, medio amarillentas que hacen muchas migas. La señora las hace en el momento, les mete un pedazo de lengua blanca en el medio y las ubica en un hornito que tiene ubicado en el puesto y gentilmente enchufado en el orto de la Estación de Retiro. Esto se llama Chipá. Viene de lejos. Si se come caliente se parece a la sensación de lamer un chupetín de manteca. Si se come frío es como intentar arrancarle un huevo al cadáver de San Martín en su mejor momento atlético.
Al lado del Chipá-shop vemos a un señor con un enano. Trabajan con una sartén y unas bolsas con una masa. El miedo me invade. Repentinamente se transforma en "A las tortillasssssssss!!". ¿Por qué mi mamá no hace torillas así?: parecen ser hechas con el semen del Increíble Hulk. Si tienen problemas de fertilidad, háganse el favor de comprarlas. Cada artículo por solo $1. Y si se apuran, les regalan otro igual de desagradable, pero de ayer.
Sin éxito ni antojo, sin compra y con hambre me retiro de Retiro. Un Yogurt de Messi no está tan mal para un almuerzo, ¿no?

miércoles, junio 07, 2006

La previa

Buenos Aires me lleva por caminos q jamás creí tomar alguna vez. Esto es positivo hasta q terminas en San Juan al 1300 por una calle donde el menos villero chorrea aceite de colectivo para hacerme un análisis pre-ocupacional.
Es un día de mierda, si vamos a hablar sinceramente. Hace frío, los camperones ocupan mas lugar en el subte y la gente lleva paraguas todos los días por alguna extraña razon, quizás de pequeños les metían un dedo en el orto... vaya uno a saber
El subte que antes esta mencionado necesita unas líneas para poder ser comprendido: la sensación es la de un espermatozoide eyaculado en el mismo momento q muchos mas en medio de una orgía: luchas por avanzar en el vagón cagado de calor, apretado, mojado y con miedo de q te roben el celular q traes en el bolsillo derecho de la mochila (eso no aplica demasiado al espermatozoide… en fin).
Llegás a la clínica entonces, sabiendo por tu experiencia anterior q va a ser un trámite largo, por eso te levantaste a las 2 de la mañana para empezar a hacer la fila del demonio. Al pedo.
Al abrir la puerta precaria de la clínica cabeza a la que la empresa q creés seria te está enviando, te encontrás con más de 45 personas esperando hacer lo mismo q vos. Sería una Buena idea mandar todo a la re concha de su madre, pero necesitás el trabajo.
Mientras la inoperancia hecha hombre toma los números de los presentes vos te sentás en esas sillas de plástico del horror. ¿Este análisis será en realidad una encubierta prueba de resistencia q al no tener dinero para mandarnos con Marley la hacen acá?. Van por el numero 50 y vos tenés el feliz 93. Tras hora y media de espera te toca llenar un primer formulario:
Usted tiene diarreas frecuentes? Vomita a menudo? Tiene moco Amarillo? Su flujo es normal o con olor a mierda? Alguien de su familia murió de hipertensión? Le dolió cuando la garcharon por primera vez? No, No, No, No, No…… y Sí… bué… eramos tan jóvenes…
Momento de análisis post cuestionario:
Audiometría: hay q medir un parlante? NO. Es una vieja con cara de concha q te mete en un cuarto con un agujero de vidrio y muchos puntitos negros, te hace poner auriculares tan ajustados q si estuvieran en las tetas parecerías Peter Pan y te dice: “cuando escuches ruido levanta la mano”. Tortuoso. La cabeza hace ruidos, la vieja hace ruidos, pero vos tenés q escuchar el piiiiiiiip imbécil de una maquina q tiene 600 años de funcionamiento activo.
Electrocardiograma: acá estaba la joda y recién me entero. Una señora de uñas negras y no por el esmalte me acuesta en la Camilla en cuestión de segundos. Justo en ese momento recuerdo q es ALTAMENTE probable q vaya a levantarme el pantalón para poner uno de esos broches de metal con alcohol y yo tengo mas pelos en las piernas q la novia de Tarzán. Muy rápido y me llevo una factura q OBVIAMENTE aun no puedo comer porque debo estar en ayunas.
Rayos X de mis tetas: “sacate el corpiño y abraza esta placa de hierro”, senti q era parte de una película porno.
Análisis Médico: Este hombre es un héroe. Leyó todas y cada una de las preguntas del cuestionario, me toqueteo un rato, me midió y me dio una palmadita en la espalda. Era muy parecido al protagonista de la película Ghost… magnífico.

Queda un análisis por nombrar, pero necesito desahogarme. Al levantarme hoy tenia bien en claro lo q debía hacer y lo q no debía hacer. Sabia q tenia q lavarme los dientes, ponerme desodorante, lavarme la cara y vestirme rápido. Sabía q NO tenía q mear. Si meaba seria el final del análisis de orina. Por ende, me lavé los dientes, la cara, me puse desodorante y…. MEEEEEEEEEE!!!!!!!!! Por q Dios?? Por q??????? mi cuerpo ejerce funciones involuntarias. Debemos investigarlas.
Sangre y…. Orina: lo peor del mundo es la cara de felicidad q tiene la chupa sangre del laboratorio. Siente q te esta haciendo un favor cuando en realidad es el ultimo análisis al q uno quiere asistir en la vida. Por lo menos tendrían q dar caramelos… una vez vacía de liquido rojo y con la cara más blanca q Casper con meningitis, me dan el tarro del horror. Alguien sabe lo q es para una mujer mear ahí? Implica mojarte de meo las manos, la ropa, menos de la mitad entra al tarro, hay q embocar… q necesidad hay?. Sumemos un problema: no hay pis en mi. Nada. Siento q tengo espacio para una mesa de luz en mi vejiga. Me siento en el inodoro y abro la canilla. Con la cabeza sostengo la puerta mientras con un dedo me abro la cachufleta a ver si emboco la mínima cantidad liquida en ese agujerito de mierda. Lo logro. Ahora la vergüenza no solo es darle ese tachito con menos de 1 centímetro de pis adentro, sino caminar con el tacho AMARILLO por el pasillo con el mundo riéndose de lo poco q meas.

Una vez q este idilio finaliza simplemente hay q desayunar y esperar los resultados. Si la empresa te llama esta todo bien, si no te llama tenés HIV. Que bueno, no? un Tic Tac por menos de 2 calorías…

lunes, junio 05, 2006

Lunes

Finalmente y gracias a la fuerza sobrenatural del dios del hinojo, llegó el Lunes nuevamente. Fíjense que el Lunes es el castigo que no podemos evitar, salvo que contemos con un buen médico amigo.
Aunque hayamos atrasado el reloj, aunque nos hayamos ido a dormir a las 8.26 de la noche, el puto Lunes empieza a sentirse desde el Domingo cuando empieza la última película de canal once, que puede alternar entre ser Karate Kid 3 o Liberen a Willy. Ya hay un clima de podredumbre, de una onda muy parecida a la de final de cumple años o la de Resaca de año Nuevo. Empezamos a arrepentirnos por todo lo que no hicimos, de por qué nos quedamos tirados en la cama en lugar de coger como desenfrenados, por qué nos fumamos ese ultimo porro que nos dejó boludos hasta las 19hs, hora pico para suicidas domingueros. No encontrás explicación, nada detiene el Lunes.
Entonces, así debe de ser. Sonó el despertador a las 7.23 de la mañana. El acto reflejo hace que te levantes, te golpees contra la putísima punta de la conchuda ventana, y no sientas el dolor, es Lunes, nada puede ser peor, creés. Para colmo, es fin de mes, esto significa: escasez de desayuno. Agarrás una galleta de arroz (es como chupar un brócoli, pero sin olor), le tiras un poco de casancrem (pensando q va a darle gusto) y le tirás un poco de mermelada de uva- culo de linyera. Ahora sabes por q algo así no existe en el súper: porque APESTA.
Salís a la calle con gusto a mierda en la boca y notás algo extraño. Hay demasiada gente. Más de la usual. Hay olor mezcla de pera con rabas y se escucha una especie de corso en la ciudad… si señores, hay piquete.
El piquete en Buenos Aires es diferente a 10 años atrás. Ahora el fuego de las gomas se usa para hacer choripanes... y venderlos (viva la industria), los palos de banderas ahora tienen punta y se usan para pegarle a los peatones rebeldes, la mitad no sabe qué está haciendo allí después del primer alfajor regalado y más de la mitad están bailando al son de los tambores del horror!!
Por suerte voy en subte… donde solo me ataca el hacinamiento…
Si usted viene de Quilmes, de Avellaneda, de Berazategui, y es Lunes y hay piquete, considérese desdichado… Buenos Aires es así, vió, lo sorprende cuando piensa que no podría hundirse mas.