Las 5 de la tarde del lunes no llegaban más. Las agujas parecían determinadas a hacer lo más tediosa posible la espera.
Mi Nani me recibió en su cuarto a las 2 de la tarde. Como siempre, festejó mi entrada como si hubiera hecho algo para merecerlo, más que adorarla con el alma entera. Ella estaba nerviosa, yo desesperanzada. No podía expresarlo, pero sus ojos lo decían a gritos. Perdía la vista en la ventana y desfilaba su cabeza rapada con orgullo. Se acomodaba la cofia y me señalaba lo nuevo de su camisón. Le dije que si salía de esta, iba a comprarle pañuelos para que saliéramos juntas a lucirlos. Se me cagó de risa en la cara. “Si salgo, no cocino más”, arrojó. Fue la frase más clara de la tarde.
Arrimando a las 16:30, quiso dormir una siesta. La dejamos sola mientras por dentro pensábamos si esta sería la última vez que íbamos a verle la sonrisa, la cara rosada y los ojitos ansiosos.
Me senté en el pasillo con mi mamá, mi abuelo, mi hermano y familiares varios. Me reencontré con mi madrina después de 16 años. El sillón me escupió al suelo y apoyé la espalda en la pared. Rompí a llorar y me acordé del jardín de mi Nani. La vi cortando camelias y poniendo dos rosas en la mesa para servirme el desayuno que yo tardaba 8 minutos en comer. La vi sirviéndome mi almuerzo de colores: un puchito de cada verdura, armando un degradé de comidas a lo largo y ancho del plato playo.
La vi haciéndome girar a upa mientras La Ola Verde estaba en su máximo apogeo. Me vi asustándola con una serpiente de vidrio, haciéndola caer por una escalera. Me vi estática pidiéndole perdón y a ella, hecha concha en el piso, riéndose y perdonándome.
A las 17:30 nos avisaron que se iba para quirófano. De a uno podíamos pasar a darle un beso para regalarle ánimo. Sin pensar en despedidas, me levanté y enfilé para su cuarto. Me temblaban las piernas. No quería creer que este podía ser el último beso en esos cachetes tirantes de 75 años. Pero lo pensaba.
“Te quiero mucho”, le arrojé mirándole los ojos tristes y asustados. Hundí mis labios mojados en su pómulo. “Mucho, mucho. Cuando salgas nos vamos a cagar de risa de esto”. Soné hipócrita en mis propios oídos. La fe de los realistas deja tanto que desear…
Salí y, de nuevo, me ahogué en el llanto de la espera. El segundo beso lo dio mi hermano. El miedo nos hizo uno.
Y comenzaron las charlas triviales. Asaltos, muerte de Mercedes Sosa, gas pimienta, cocinar cuando el novio cocinero está en Manila, terapia. El celular pedía aliento y energía positiva, esa que el cuerpo deja de fabricar cuando el cagazo es inmenso.
A dos horas de operación, el neurocirujano se hizo presente en la sala. El silencio cuajó las paredes. “Los familiares directos al quirófano, por favor”. Mi mamá caminó al instante. Mi hermano y yo la seguimos. Ante la duda, el olor a mala noticia se hace tangible.
“Bueno. La operación fue un éxito, sacamos un 80% del tumor, la paciente ya está extubada y con los ojos abiertos. Un éxito todo. Ahora lo restante lo tratamos con rayos, pero ya podemos decir que lo más difícil ha pasado.”
Mi mamá abrazó al cirujano.
Me reí con la boca entera.
Los ojos de mi hermano se emocionaron como cuando mi papá le regaló un tren ruidoso a los 7 años.
Mi abuelo, que justo había salido a respirar un poco, saltaba en la planta baja y salpicaba de llanto feliz a quien se le pusiera en frente. Sesenta años de amor lo habilitan para llorar como un mocoso.
El llanto de mi garganta se almacenó bajo llave.
Confiar que las cosas pueden salir bien es bueno de vez en vez.
Gracias a todos los que se preocuparon, los que alentaron por cualquier vía y a los que pensaron desde lejos.
20 comentarios:
Si te faltaba algo para creer en los ángeles,todo lo que pasó en estos días te demostró cuántos tenemos alrededor.Vestidos de vecinos,amigos,psicólogos,enfermeras,cirujanos.Todos ayudando a transitar el destino que ya está marcado.Recordalo cada vez que estés en lo que creés "un callejón sin salida".Jamás se está solo,hay que saber mirar.Beso y que podamos disfrutarla mucho tiempo más.
Toda la fuerza para tu abuela, asi le seguis hinchando las pelotas muchos años mas!
Beso enorme
Me hiciste llorar con este post, te odio! me re alegra q haya salido todo de 10 Mel!! de verdad, lo mejor para tu Nani,
un besote grande!! =)
Bien Meli!!! la verdad que me pusiste, una vez mas, la piel de pollo.... sos especialista en describir sentimientos!
LO MEJOR PARA TU NANI, DE CORAZON!
Beso enorme
Marti
Amiga, si vieras mis lagrimas al leerte, sabrias que me hubiera sentido igual que vos en ese lugar... gracias por confiar en mi al contarme algo semejante, sentirse aunque sea un poco importante para el otro es muy lindo, estoy feliz por ti y por tu abu, te mando un besote y ya nos vamos a juntar para festejar EH!
Viste que las cosas salen bien? Sos una salame, pero te la bancás re bien.
Viste que sos más fuerte de lo que vos misma pensabas?
Qué buena noticia!
Saludos,
Estuve con un nudo en la garganta durante todo el relato... Me encanta como escribís.
Me alegra mucho que tu abuela esté bien!! Te mando un beso!!!
María.
me alegro mucho q todo haya salido bien!
me encantó la parte de tu abuelo.. pura ternura..
Me alegro mucho!!
Besos para la familia!
Lo relataste tan bien que senti tu experiencia como si estuviera parada atras tuyo, emocionada y feliz. Para mi es un regalo especial, ya que hace 29 anos que la veo...gracias. Un beso grande :)
casi no puedo terminar de leer se me nubló la vista...
mucha suerte en el tramo que queda de tratamiento !!!
HACIA UN TIEMPIN QUE NO TE PODIA LEER MI HERMOSA DAMA, POR CULPA DE ESTOS HORARIOS RETORCIDOS CON LOS QUE VIVEN ESTA GENTE DEL OTRO LADO DEL MUNDO. TU HOMBRE ALADO SIGUE EN FILIPINAS, PERO CON EL CORAZON ANCLADO EN ONCE. TE AMO MEMO.
LUCAS
Gracias a todos! Tiernos lindos.
Permítanme babearme con la firma de mi hombre alado, por favor... oh...
Meli, me encanta como escribís, por eso me es tan invitable hacerme una escapada por esta cueva negra de grises letras que tantas sonrisas me despierta y tantos sentimientos me aflora.
Te leo hace años, y agradezco entrar y encontrarme con cada nuevo post.
La verdad una situación difícil la que pasaste, y pasaron todos los de tu flia, pero lo más importante es que todo salió bien. A veces la fe ayuda, no está de más.
No soy ni por cerca tu amigo, pero igualmente me emocionó leerte en esta última actualización como si lo fueras, porque de alguna manera te conozco a través de tus aventuras.
Desde la zona oeste de esta buenos aires en llamas, te mando un cálido abrazo,
Mercurio.
"Confiar que las cosas pueden salir bien de vez en vez...." me hiciste llorar Sansotta.... Besos y abrazos a tu flia entera y a tu Nani uno especial.... de esos q ella sabe dar cuando t encuentra en mitad de la calle caminando apurada y parece detenerte en medio de un mundo con acento tano, dulzura de domingo soleado y aroma de esas flores q tanto cuida en su jardín... Mages
No podía ser de otro modo. la chispeante prosista de humor se vuelve una niña tierna cuando saca amor, sencillamente amor, en sus palabras.
Te felicito, Melissa, por el éxito de tu abuela y por quererla tanto.
Mil besos para vos
No soy anónimo, soy Claudia Ortiz y te sigo... No sé por qué me salió anónimo
Mercu: Sos un divino. Gracias miles.
Mages: Me emocionó mucho ver a tu abu en la clínica, me alegra enormemente tu comentario.
Claudia: Y sí. La situación me llevó a perder un toque el humor jejeje. Gracias por seguir leyendo siempre.
Llego acá por primera vez. Soy lector de Oblogo. Y la verdad que entré para desearte fuerzas a vos, a tu familia y por supu, a tu Nani.
La verdad que me conmovió el relato porque hace menos de un año que ya no tengo a mi abu del alma y no te puedo explicar cuanto la extraño! Buaaa se me nubla la vista!
Sólo eso, y felicitarte porque lo que escribís llega al corazón. :)
Muchos éxitos!
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