viernes, abril 21, 2006

Un tanto lejos...

Paseando por Buenos Aires llegué a Aeroparque... o Ezeiza... o a un lugar desde donde salían aviones. Desde abajo ví irse a un amigo importante. Uno de esos amigos q uno quiere abotonados al pecho para siempre. Esos q simplemente están. Incondicionalmente. Londres esta bastante lejos para irse y volver. Por eso el se queda a vivir allí.... (es divertido autoconvencerse). Quizás lo extraño bastante. Es muy probable que llore unas horas cada 2 o 3 días y sienta que fuí una imbécil porque teniéndolo a 15 minutos de casa no era capaz de levantar el teléfono y escucharlo puteándome porque había hecho alguna boludez q el me había aconsejado no hacer.
Buenos Aires se hizo gris. Llueve esa lluvia seca en una noche más que pegajosa. Hace frío y no puedo quedarme dormida. Caminé todas las calles de la ciudad, ví las luces de la 9 de Julio titilando de viejas y a varios nenes durmiendo en la boca del subte o adentro de algún cajero automático. Recuerdo paseos, recuerdo charlas... gracias a Dios existe hoy internet.
Hay momentos en que el espacio de uno se siente extraño, ajeno. Es uno de esos momentos.
Hugo... mucha suerte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Duele la nostalgia inútil del tiempo perdido, laberinto de relojes quietos, de agujas rotas, de horas muertas.
Duele el tiempo perdido, un lamento pendular repitiéndose miserable entre la ausencia y el olvido, hora tras hora minuto tras minuto, segundo tras segundo.
Pero ni siquiera todo ese dolor alcanza para matar nuestra última certeza: TODAVÍA ES NUESTRO EL TIEMPO QUE NOS QUEDA.

Alejandra Lamamí dijo...

Que triste pero que lindo. Es muy parecido a lo que pensaba yo ayer a la tarde cuando cai en la cuenta de que debia estar despegando el avion rumbo a Londres.
Se siente raro, no?

Anónimo dijo...

sos muy...tiernadulcebonitapensanteprofunda y oscura cuando queres describir lo para el orto que te ponen algunas cosas asi de tristes

sabri dijo...

Cuanta identificacion!
Aca tambien se lo lloro mucho.
Se lo extrañana tambien