lunes, enero 14, 2008

Perseguidos

Siento como de a poco se va friendo mi culo en el asiento del colectivo. Percibo como las gotas de transpiración le sirven de aceite y me dibujan la espalda llena de hongos, la surcan, la contornean, la mojan con una capa grasa que conjuga mugre, desodorante, crema sedal para los rulos y cuero del bondi.
Leo un libro de Saramago mientras los días pasan. Tengo que leer las carillas dos veces para entender qué carajo quiere decirme con su modo de viejo ancestral rebuscado, pero una vez que lo capto realmente me intereso y hasta recomiendo su lectura. Se llama “Las intermitencias de la muerte”.
Como siempre, como cada día banal que pasa, me subo al 60 a la salida del reclutamiento laboral, me siento en el espacio disponible u observo con detenimiento a las primeras filas y me ubico próxima al que más movimientos corporales esté haciendo, o a la que esté guardando el celular, o acomodándose las tetas, todos esos son actos que un ser hace cuando está por bajar del colectivo. En este viernes particular yo elegí bien a mi presa, era un señor de bastón que estaba casi parado para el momento en que llegué, le goteaba lagaña por la cara y miraba como llorando a todo el mundo, como pidiendo un Lexotanil. Me senté y abrí mi libro en la página 98 en la que me había quedado después del subte.
Pocos minutos pasaron hasta que las sirenas de tres patrulleros y un camión me dejaron los oídos sangrando y acto seguido el colectivero hizo un giro brusco y estacionó sobre la Panamericana, parecía como si de pronto Sandra Bullock hubiera tomado el volante y todos fuéramos a morir impactados contra un local de panchos en el Unicenter. Los patrulleros de pronto estaban alrededor del colectivo, los 4 señores bronceados por la naturaleza que más últimos habían subido al 60 estaban agolpados contra el vidrio de adelante y las viejas, adolescentes y generación con auriculares estaban blancos, cagados o cagándose encima esperando que alguien explicara por qué tanto quilombo.
Antes de los motivos que esperábamos, los hombres de la ley fueron subiendo al colectivo gritando, corriendo, saltando como Heidis terroristas y repitiendo la siguiente frase: “Abajo las cabezas y arriba los bolsos”.
Si bien una podría pensar que estos individuos venían a robarnos hasta los tampones chorreantes que nos colgaban de la entrepierna, realmente intentaban hacernos el bien. Con las escopetas que cada uno de los polis tenía, tocaban las mochilas erectas para ver qué llevábamos adentro, casi como si hubiéramos estado en contacto con la bulba de Shakira en su etapa de piojos más feroces.
Los morenos del vidrio de adelante pecaban por portación de rostro. Pobrecitos, primero sonreían hasta que notaron que tenían todas las de perder, o ganar, ya a esta altura todos pensábamos que solo podía ser peor estar escuchando a Ricardo Montaner cantar alguna melodía feliz.
Resulta que los señores buscaban a un ladrón maléfico que había huido con una camioneta roja y un bolso negro y se había subido a un 60 (de los mil que circulan por Panamericana a esa hora) por la puerta de atrás. Imagínese la cara de la señora ahora que sabía que había entre nosotros un mal viviente que en cualquier momento podía empezar a los tiros desde el fondo, dejándonos a nosotros a su merced, haciendo con esto el hecho más memorable del 2008 para todos los viajantes, o al menos para los que lograran sobrevivir…
Con la mochila alta y las tetas goteando naranjú, los policías me perdonaron. Nos perdonaron a todos. El ladrón no era uno de los nuestros, ni siquiera había tocado con la punta del pito una ventanilla de nuestro transporte.
Un gran operativo para los años de milicia. Un golpe desacertado para los tiempos que corren...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo que dijiste de las escopetas creo que hablabas de polis de provincia..no? Me caen bien esos muchachotes.

Anónimo dijo...

primeroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo otravez.

Julián Torrado dijo...

el cagaso de tu vida, no?

porteña dijo...

Correcto Chulián. El sorete de mi vida.

Lady Blue dijo...

Nos aumentan el boleto, viajamos como ganado, nos cagamos de calor apretados como sardinas y ahora encima tb estamos en "Policias en acción"!!!...ya decía yo: viajar en colectivo, en éste país, es una aventura única!!...la puta madre!!

Leonardo Ferri dijo...

Post salvajísimo...

Estuve leyendo el manual que te pasé, fijate.

Éxitos perpetuos

Anónimo dijo...

jaja que lokura...me mueroOo yo soy re miedosaaa....

una vez en Bs As con amigas paseando nos apuntaron a cada una en la cabeza y no quitaron toodooo..de terror no me lo olvido mas... besos niña... q estes mas que biem!

.com/inquieta_yo

Anónimo dijo...

Mel, una lastima que no pude saludarte para tu cumpleaños, pero igualmente espero que la hayas pasado lindo.

Si te gusta (o no, me chupa un huevo, jaja) Saramago, te recomiendo tambien "Ensayo sobre la ceguera", uno de sus mejores libros. Da mucho que pensar.

Por otro lado... que orto con lo de la pizza! jaja. Te envidio.
Yo ni cerca estoy de comer una de esas, con lo que sale.
Primero prefiero comprarme un revolver y un marcador antes de comprar una pizza ahi, asi despues puedo hacerme el agujero y la raya...

Me fui a la mierda con el comentario.

Te deseo lo mejor para este 2008. Y segui como hasta ahora.
Y que el zatrapa de tu acompañante azul se ponga las piletas para renovar la imagen del blog :)

Besotes, El paseante de siempre, Mercu.

Anónimo dijo...

http://fotolog.com/mr_mercu :P

Anónimo dijo...

como me rei con "a punto de acabar"
hacia mucho que no pasaba por aqui

bueee, q decir del terrible acontecimiento del 60 si tus relatos en vivo lo dijeron todo.......es asi, la vida de la prole es asi. nos tenemos q acostumbrar.nos tenemos q acostumbrar???????????????



besos melchora que estes bien!!!!

espero q nos veamos antes de tus vacaciones puta!!!!

q se repita lo de la piscina eh q la boya nos reclama!!!

chaucha.
besos,

pd: el sab no fuimos porq roncamos hasta las 14 hs. de verdad estaba cansada, tratar de dormir con mar es agobiante!


ahora si, besos, (que no se convierta en un mail!!!!)

Babu dijo...

Genial !
Me encanta como describis los sucesos .
:)

Ana Ortiz dijo...

Qué día te toco vivir.
Yo creo q hay días q está el tiempo tan insoportable q podría convertirme en el Michael Douglas, así q si un ladrón retrasa mi llegada a casa, soy capaz de apresarlo yo misma.

Isabelle Nieto dijo...

"Los morenos del vidrio de adelante pecaban por portación de rostro."
Me hiciste reir mucho con esta frase!!!!
De todas maneras, los cagazos y los malos ratos son la inspiración para tus fabulosos relatos!