miércoles, mayo 02, 2007

Culos y envases

No solo estoy al borde del suicidio por el nuevo formato de Hotmail que me lima las orejas cuando ya estaba ostumbrada a los colores, a mis carpetas a los costados viéndose de modo distintivo y a algo mucho menos pro e involucionado, me cambian todos los formatos sin consultarme, sin siquiera hacer una encuesta de esas que tan de moda están... nada. Lo que se les cantó el testículo izquierdo han hecho. La revolución del Gmail ha llegado. Así como el ICQ fue destronado por el maldito y adictivo MSN, el Hotmail debe morir.
Días atrás sentí nuevamente el impulso de la compra compulsiva. Tal como al momento de las botas y mi vestido de mujer fácil, pero con estilo, ésta vez fuí en la búsqueda de un jean. Algo tan simple como un pantalón azul de material dudoso es a la vez tan complicado como comprarle un corpiño a la PUTA de Pamela David sin que le sobre paty pezonero por ningún costado.
Me dirigí esta vez al Abasto, el Imperio del derroche desmedido de dólares argentinos, de comida frita y cines enormes con sillas para gente alta que tiene ganas de tener sexo al descubierto y quizás chupar al´guna teta. Caminé de la mano de mi caballero por decenas de vidrieras, notando desmejoras en su ánimo, lentitud en su caminar y una tolerancia casi nula ante las miradas incisivas a los maniquíes. Definitivamente no se debe forzar a los novios a ir de shopping.
El problema raíz no tardó demasiado en manifestarse. Luego del primer local en que el jean hacía de mi culo una imagen horripilante, llegué a otro en donde no solo mi raya anal parecía de 5 metros y medio, sino que los rollos que una tanto tarda en ocultar, rebalsaban engrasando cada costura de cada bolsillo ficticio de la maldita marca.
A todo esto, las vendedoras que siempre apoyan las decisiones de una sin importar cuánto orto tengas dentro y cuánto fuera del jean, tienen el culo como hecho de cera, moldeado y creado para los pantalones que venden en ese local, pero que de ningún modo podrían quedarme como a ellas. Presión doble: El temor a una infidelidad de mi pareja estable en un vestidor con la yegua que me trae talles cada vez más grandes y contornea su cintura por los vientos de Madrid cada vez aumenta más y más y unas insostenibles ganas de huir me desesperan y me hacen salir despavorida en busca de otros horizontes, lejos de su olor a mujer irresistible de Once. Este viaje trajo como consecuencia otras compras no previstas de remeras, hermosas remeras, con olor a nuevo, a rojo con calaveritas, a escote abierto, a cintura dibujada, a dinero repartido al pedo.
Una necesita un jean que cumpla con varios requisitos. Entre ellos podemos destacar: que no saque los fofos del costado, que la blandura de la entrepierna no se note demasiado, que no sea MUY chupín porque los pies sino nos delatan como herederos de la fortuna de Bob Patiño y Pachu Peña, que no achate el culo ni lo engrandezca demasiado, que no marque los pozos del horror ni que viole la cachufla, que no sea demasiado claro por si nos indisponemos sentadas en el bondi (nadie queire que la gente juegue a adivinar formas en las manchas sangiunolientas que tu culo puede mostrar en estas situaciones), que no sea demasiado oscuro así al menos la gente puede aplaudir tímidamente el contorno de tu órgano cagador y finalmente, que oculte la imagen que tu novio tiene de vos en joggin. Palabra maldita: "joggin". No fue un invento para la mujer, de eso no tengo dudas. Hace de lo malo algo peor, blando y con olor a perro mojado que duerme en los jardines del jardín japonés.
La frenética visita a varios locales en la búsqueda del vaquero perfecto ya estaba dándome arcadas de esas que salen con gustito a bilis. Mi ano cansado se manifestaba en la cara de mi acompañante que, aprovechando la situación, entró a un local llamado Lee y se probó UN SOLO pantalón y tuvo 100% de efectividad de compra. La envidia me hubiera hecho comer más de dos plantas de lechuga y hasta choclo, pero no.
Casi por impulso me puse a mirar la exhibición del local vacío, sin vendedoras mujeres, solo jóvenes casi homosexuales o aún descubriéndose como tales. Uno de ellos me llamó entre el silencio. El vendedor, tras varios minutos de evaluar la forma de mi OJT, sentenció:
- Este pantalón apretado te va a quedar bien a la cola.
Me lo probé. El vendedor volvió a sentenciar. Sus palabras sonaron tan dulcemente, tan felizmente, tan con muchos gerundios y signos de admiración:
- Un talle menos y te queda pintado.
Sí. Un talle menos. Mi búsqueda había encontrado el tesoro. Mi culo por fin tenía cubierta celeste calzada a la perfección.
Y nos fuimos. Yo, con mi pantalón chupín (pero no TAN chupín), mis remeras (mis bellas remeras) y la certeza de que siempre es mejor comprar cuando un hombre vendedor evalúa tus decisiones. Después de todo, ellos serán quienes amen u odien la vista que tu colita proporcione, ellos serán quienes griten guarangadas, te inviten a cagar a su casa o a chuparte hasta que salga chocolate, esos dichos de los que una se queja, pero que en realidad, hacen de su día algo maravilloso, erótico y hasta emocionantemente eréctil.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

primerooooooooooooooo, crei que ya sabian que no nos tienen que llevar de compras para ustedes( si habre arrastardo mis bolas por shoppings porteños y zona sudeños) pero bueno es un pequeño recordatorio de que conseguir la calidez de vuestras cachuflas merece cierto esfuerzo.
besos

congul gratis dijo...

malditas vendedoras perras!!! y no se el tuyo, pero mi novio me dice "ta bien ta bien" aunque parezca nina pelozo en un jean chupin.

Los isleros dijo...

jejeje, todavia no te recuperaste de lo de Pamela David eh...

r.- el corre ambulancias dijo...

los hombres odiamos las compras

y mas a las vendedoras zalameras

aunque esten buenas

Unknown dijo...

LAS VENDEDORAS SON LA PEOR ESCORIA.


TODO POR LA MALDITA COMISION.



LA FALTA DE ETICA Y MORAL AL DESNUDO.




ME SENTI REPRESENTADA CON TU PASEO DE SHOPPING, QUE MIERDA...

Glitter Dreams dijo...

Yo sólo poseo dos jeans, uno azúl y uno negro. No sabría decirme si me calzan bien, mal, si quedo cogible o si quedo un bagallo, porque últimamente le paso de largo al espelo concientemente.

He pasado por toda esa odisea que escribiste, pero finalmente encontré unos pantalones que me vienen al pelo y me marcan el orto como a una manzanita de cristal ¡Pantalones escoceses!

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Por lo menos tu acompañante,cansado o no,te banca y te lleva de la manito;La mayoría va a 30 metros, o más,(pelotudeando para cualquier parte),sin importarle el objetivo al cual fueron convocados.O sea, compenetrarse a nuestra causa,ayudarnos a elegir;Y lo más importante,darnos el visto bueno.
Besote de kukilin.

Leonardo Ferri dijo...

Un post absolutamente femenino, aunque lo entendí a la perfección.

Anónimo dijo...

Odio las compras en los chopins. Odio el Abasto. Pero los cines están buenos. Yo entro por el costadito y voy a pajearme a alguno de esos asientos ergonómicos que tienen en las salas.

Anónimo dijo...

odio el abasto. siempre me pierdo. el otro dia queria ir a cambiar un regalo a ese lugar pero no me anime a ir sola.
tu novio es un santo, q mas podes pedir?
quiero ver esas remeritas y ese jean!
te adoro muchisimo.
y hay pocas noticias de mi porq estoy con los putos parciales.
te amo beso!

Anónimo dijo...

Bueh, sólo pasaba para hacer un favor... Es que soy un fakin alma de telemarketer... Si no te sentís cómoda usando el Hotmail Live... tons, don´t do it. Hay un iconito al costado que dice que querés volver al viejo y querido Hotmail, yo lo clickeé y bajé 37 libras, ah, no, eso era para otra propaganda...
Anyway, muy bueno el blog, paso siempre, pero me da fiaca firmar

Loba Verde dijo...

LA REPUTA MADRE! me hiciste acordar que tengo que comprarme un jean..y las penurias que eso conlleva... y ni siquiera puedo compartir mi dolor con mi esposo porque vive 160 reconchudos kilometros, y aun si lo tuviera aca...no se prestaria a ese tipo de cosas

aguante Mel!...

Sol (Clienta VIP de royal crown... esssaaa nunca fui vip de nada!!!

Santi dijo...

Pense qeu habia firmado ya jajaja!

Un saludo de este universo de radio :P

salud

Anónimo dijo...

muchas cosas para un solo post, así que van a ser muchas cosas para un solo comentario.
yo hace varios meses me bajé la versión beta de ese pseudo outlook en el que se convirtió hotmail, lo detesté, al día siguiente volví al hotmail de siempre, por suerte aún lo mantengo.
mi novio es el mejor compañero para ir de shopping, es super alto, me alcanza las cosas de los estantes que para mí están en el séptimo cielo, tiene toda la paciencia del mundo, y siempre me piropea delante de las turras vendedoras que se mueren de envidia y me miran con cara de envidia y odio, además, la mayoría de las veces, el me paga todo, o al menos se ofrece, lo que hace que las vendedoras fabriquen muñecas voodoo con mi rostro.
totalmente cierto lo que decis de los jeans, odio "tener" que ir a comprar esa detestable, complicada y tan versatil prenda de vestir.

GaMe dijo...

CADA VEZ QUE PIENSO EN TENER QUE IR A COMPRARME UN JEAN ME DAN GANAS DE VOMITAR ...UY PERDONA, OLVIDE QUE DETESTAS ESE TERMINO, SUS DERIVADOS Y ALEDAÑOS.
ENTRE AL BLOG Y ME CAGUE DE LA RISA MAL, ME SENTI TAN IDENTIFICADA QUE ME DEPRIMI Y AHORA ESTOY LLORANDO COMO UNA HIJA DE PUTA.
ESQUIZO YO ?. NI AHI.

Hipotermia dijo...

me reí mucho pero mucho ...
y coincido con casi todos en que tu novio es un groso
¿lee tu blog?